Oct 31, 2011

Cobertura Doc Bs.As 2011



La Ciudad de Buenos Aires fue escenario de la undécima edición de la Muestra Internacional de Cine Doc Buenos Aires. El festival dio inicio el pasado jueves 13 de octubre y finalizo el sábado 22 .En el mismo se pudieron ver y discutir las producciones más relevantes que hacen al cine documental nacional e internacional, junto con retrospectivas de grandes autores del genero como es el caso de Sokurov y visitas de renombre como fue la de François Calliat. 

François Calliat



Prestigioso documentalista francés François Calliat fue una de las figuras del Doc 2011. El director presento tres películas: "La Quatrième génération" (1997), "Trois soldats allemands" (2001) y "L'Affaire Valérie" (2004),  junto con un work in progress de su última realización. A través del visionado de su trilogía junto con los retazos de su futura película el espectador se sumerge en el universo estético propio de Calliat, la memoria y el paisaje como ejes de lectura.

La construcción de los espacios y el tratamiento del tiempo que ejerce el autor están cargados de una poética donde el espacio es el encargado de aglutinar el tiempo pasado. Es así que el paisaje se vuelve eco de las historias vividas y la naturaleza fantasmática el pasaje a las profundidades de un tiempo recuperado por la memoria colectiva que Calliat nos propone con sus expediciones solitarias y autobiográficas. Desde hace una década su cine documental viene elaborando ensayos sobre la pregnancia del pasado en nuestro mundo cotidiano. Lo radical en Calliat es la manera en la cual nos narra ese pasado, cuando uno piensa en el genero documental lo primero que se le viene a la cabeza es la búsqueda de la verdad. Este director escapa a la noción de verdad constantemente, el tratamiento de su voz en off nos da a entender que nada esta clausurado, todo es relativo, la única verdad que propone es la naturaleza. Los testimonios que registra son truncos, se pisan con su voz sin dar lugar a ninguna conclusión. Los registros que tiene sobre los acontecimientos tampoco aseveran nada, son tratados como lo que son, meros papeles, con autenticidad y valor parcial. La historia y el pasado es maleable a través de la subjetivación en cambio el paisaje perecedero, es la única huella que nos permite conectar con lo ausente.

Tanto en "La Quatrième génération" (1997) como en "Trois soldats allemands" (2001), Calliat explota otra de sus problemáticas, la identidad. Ambos documentales tienen por marco a Lorena, una región que sufrió de las tensiones político económicas entre Alemania y Francia. Durante el segundo Reich 1871-1918 tras la victoria de los estados alemanes liderados por Prusia en la guerra franco-prusiana, Lorena fue anexada junto con Alsacia a Alemania. Al final de la Primera guerra mundial el territorio se reintegro a Francia agrupado en el nuevo departamento de Mosela. Pero en 1940 con el comienzo de la Segunda guerra mundial los territorios volvieron a manos de los alemanes del Tercer Reich hasta el final de la guerra, 1944 donde Lorena volvió a ser francesa. Es así que esta región fue victima de los cataclismos propios de una nacionalidad en constante cambio. Así es como un soldado francés podía ser reclutado por los alemanes para pelear contra sus propios hermanos o incluso un abuelo debía adaptarse según el momento al idioma a usar para referirse a sus nietos. Las incesantes disputas sufridas por Lorena hicieron que el sentido de identidad nacional fuese ecléctico, dicotómico, dando como única respuesta certera de identidad el espacio que siempre permaneció en esencia, de generación en generación.

Películas emitidas en el Festival

La cuarta generación 1997

Documental autobiográfico que repasa las cuatro generaciones de la familia Calliat, usando como eje unificador el aserradero de la familia.  A través del espacio de la fábrica y la casa de campo familiar se recorren las diferentes épocas de la región y de la familia. El ascenso comercial en 1870 con el anexo de Lorena a Alemania y el declive a partir de la recuperación de los franceses de la región. La saga familiar nos introduce en los diferentes modos de pensarse loreneses, bien alemán o francés según los vaivenes de la historia. El documental pone en tensión el destino nacional que en un mismo siglo fue cuna de dos culturales totalmente opuestas. El realizador viene a ocupar el lugar de la cuarta generación, la que llega después de la historia, la que sólo puede reconstruir su identidad a través de recuerdos, testimonios, papeles, grabaciones, archivos que como fantasmas jamás terminan por actualizarse.

Tres Soldados 2001

La exhumación del cadáver de un soldado no reconocido es el puntapié de una trama compleja y agitada ocurrida a lo largo de un siglo en la región de Lorena. Una investigación histórico-novelesca sobre la guerra y sus soldados. La película da inicio con el enigma de este cuerpo sin nombre, la investigación avanza para develar su identidad y las causas de su muerte, pero en el camino otros personajes son descubiertos. Personajes que también son anónimos, que tampoco tienen identidad, es que es la identidad el núcleo del documental. Los jóvenes franceses fueron incorporados a la fuerza por los alemanes durante las guerras que enfrentaron ambos estados. Así es como los individuos fueron enfrentados a su propia patria portando el uniforme enemigo. Esta dualidad ocurrida en las guerras volvió a esos cuerpos irreconocibles, su nacionalidad estaba contaminada por las penurias de la guerra. Las formas narrativas que utiliza Calliat para llevar a cabo este ensayo sobre el desmembramiento de la identidad en la guerra, es lo que ofrece radicalidad al proyecto. El director reconstruye a través del sonido, las voces, los gritos, segmentos musicales, todo un espacio ausente, la batalla. El material es puesto en tensión, la naturaleza de los paisajes contra el sonido de la guerra, la música francesa contra la música alemana. Constantemente la película vacila entre dos universos que se contagian. La imagen vaporosa, fragmentada, se resignifica por la elocuencia del sonido, la palabra. Los diferentes materiales significantes sugieren, evocan un pasado, pero nunca terminan de afirmarlo, de establecerlo verdadero, real.

El caso Valérie 2004

En este caso Calliat asume el papel de investigador de la enigmática desaparición de una mujer en los pueblos de Los Alpes, ocurrida hace 20 años. En un principio el realizador se aferra a la información de que el presunto asesino fue un turista canadiense, a medida que el metraje corre los testimonios se van eclipsando en relatos personales. De este modo la pesquisa muta hacia la confesión, la confidencia personal, intima, los testigos se entregan a la cámara para hablarnos de su vida, y el suspense del crimen da paso al drama individualista. En lugar de acercarnos a una posible respuesta la cinta nos aleja cada vez más de la verdad, Valérie pareciera absorbida por el paisaje por las historias locales, por el espacio que todo lo contiene. 

Una juventud amorosa (Work in progress)

Su última película es un ensayo autobiográfico que reconstruye el apogeo de los años 70 en Paris. Nuevamente los espacios son los encargados de devolver el recuerdo de las vivencias pasadas. A medida que transcurre la narración se va pasando por diferentes relaciones amorosas, las cuales como mojones van estableciendo un antes y un después. La educación sentimental, la pasión, el sexo y el abandono. Ensayo sobre lo complejo de amar. 

Jennifer Nicole Feinbraun

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