Nov 13, 2011

Apocalypse Now (1979) - Francis F. Coppola



Escribe Walter Ferrarotti

Un viaje al corazón de las tinieblas.

1. INTRODUCCIÓN
El objetivo de este trabajo es realizar una comparación entre la novela “El Corazón de las Tinieblas” y “Apocalipsis Now”, película de Francis F. Coppola adaptada libremente de la novela de Conrad. Los tópicos que trataremos son algunos elementos de la estructura narrativa,  la transpolación argumental de la novela que realiza Coppola en su película, los contextos históricos en los que se encuadran las diégesis de ambas narraciones, el componente mítico que las sustenta, el dialogo intertextual entre ambos relatos y con otros textos, y el desvió que realiza Coppola “traicionando” la novela de Conrad.

2. LOS NARRADORES
En la novela de Conrad hay dos narradores. El primer narrador nos presenta a Marlow a bordo de El Nellie, un bergantín de gran tonelaje anclado en el estuario del Támesis, junto a él y otros tres amigos unidos por el vínculo del mar. Marlow es el segundo narrador (principal para la historia que se cuenta) quien sentado en posición de Buda a los pies del mástil de babor les narra a sus compañeros de velada una antigua aventura vivida en África, en la que capitaneando un vapor debía remontar un gran río (El Congo) en busca de un tal Kurtz. El relato de Marlow no es lineal, hay algunos casos de prolepsis, esto es un salto hacia delante de la narración adelantando algunos elementos de la trama.
En “Apocalipsis Now” el único narrador es Willard. En la primera secuencia cuando está tendido en la cama hay una serie de flashfoward que muestran imágenes de lo que va a suceder en las últimas secuencias y hay una serie de flashback cuando Willard está leyendo los papeles clasificados que le entregaron sus superiores y “recuerda” las palabras y los gestos del General Corman cuando le encomendó la misión de eliminar al Coronel Kurtz. Willard nos va introduciendo en la historia, apoyado en un revelador relato en off. Son los ojos y la voz interior de Willard quien nos guía río arriba hacia los dominios del Coronel Kurtz.


3. LOS MUNDOS
Al inicio de ambos relatos, tanto Willard [1] como Marlow [2] están vacantes. Marlow está cansado de no hacer nada esperando por un barco que lo lleve a la aventura y Willard esperando una misión que lo saque de su letargo [3]. La diferencia entre ellos es que Willard está solo, los lazos con su pasado están deshechos y no tiene un lugar dónde volver ni nadie que lo espere. Willard antes de comenzar su misión ya está en el corazón de la tinieblas, de ahí esa danza cargada de locura en la que rompe de un puñetazo su propia imagen reflejada en el espejo para luego largarse a llorar como un niño. Marlow tiene sus relaciones intactas, sus amigos, su tía. Aunque quiera abandonarlo en pos de la aventura todavía tiene un lugar a dónde volver. La distancia entre Marlow y Willard es la misma que media entre un mundo con un paradigma positivista y que Conrad desvela en su novela exhibiéndolo en su raquítica desnudez [4], y un mundo enajenado por la vacuidad de sentido [5].
Willard emprende su misión a bordo de un barco de patrulla comandado por Chief Phillips. Luego de atravesar el puente Do Long se detienen en una plantación de caucho cuyo dominio detenta una familia francesa que, con un pequeño ejército privado, se resisten a abandonar “sus” tierras. Allí, el dueño de la hacienda, Hubert De Marais en medio de una cena de bienvenida a Willard le dice a éste: “Vera capitán cuando mi abuelo y el padre de mi tío vinieron aquí. No había nada. Nada. Los vietnamitas no eran nada. Así que trabajamos duro. Muy duro. Trajimos la goma de Brasil y la plantamos aquí. Fuimos a los vietnamitas y trabajamos con ellos para hacer algo a cambio de nada. Si me pregunta por qué queremos quedarnos aquí, capitán… queremos quedarnos aquí porque es nuestro. Nos pertenece. (…) luchamos por ello. Mientras que Uds. americanos luchan por la nada más grande de la historia”. Este párrafo, que Hubert escupe en la cara de Willard, pone en su verdadera dimensión las diferencias entre el colonialismo de fines del siglo XIX (el mundo de “El corazón de las Tinieblas”) y el neocolonialismo del siglo XX (el mundo de “Apocalipsis Now”). La plantación francesa es un residuo fosilizado del mundo decimonónico [6], impregnado de un colonialismo falsamente paternalista que termina sincerando un sentimiento etnocentrista de superioridad y desprecio: “Los vietnamitas no eran nada”. Pero Hubert tiene razón cuando dice que ellos están peleando por algo. Hubert está en Vietnam tratando de mantener un mundo que fatalmente agoniza. El Vietcong está allí peleando por su tierra, y Willard está en Vietnam sin saber porque pelea y sin encontrarle sentido a la misión que lo está llevando río arriba. Cuando Willard se despierta en la habitación del hotel y entreabre las cortinas de la ventana dice: “Saigón… mierda. Todavía estoy solo en Saigón. Todo el tiempo creo que voy a despertar en la jungla. Cuando volví a casa después de mi primer viaje fue peor. Me despertaba y no había nada. (…) cuando estaba aquí quería estar allá. Cuando estaba allá sólo pensaba en volver a la jungla.” Al despertar, Willard,  no sabe dónde está y tiene que mirar por la ventana para reconocer el lugar. No tiene dónde volver ni dónde ir, despierta y no hay nada. Su malestar trasciende lo geográfico, podría conquistar la tierra y el malestar seguiría ahí. “…Uds. americanos luchan por la nada más grande de la historia.” Willard habita en la vacuidad, en la nada y en el vació es imposible orientarse porque no hay norte, no hay sentido.

4. EL MITO
En la novela, Marlow siente la llamada a la aventura, cuando de niño deslumbrado por la cartografía se propuso explorar una región que aparecía en los mapas como un espacio blanco e inexplorado. Ya adulto y de vuelta de un viaje por los mares del mundo, cansado de no hacer nada y obsesionado con viajar a ese lugar “en blanco” que lo atraía de niño, usa las influencias de su tía para conseguir la capitanía de un vapor de agua dulce en el corazón de África. Ya en un campamento en tierra africana, dónde debe esperar diez días, El Contable de la compañía le dice: “En el interior se encontrará Ud. con el señor Kurtz.” Con esa simple orden, Marlow es lanzado a la aventura.
En “Apocalipsis Now”, Willard es un miembro de las Fuerzas Especiales y trabaja para la CIA eliminando opositores en Vietnam. “Yo quería una misión, y por mis pecados me dieron una”, dice luego de que un grupo de altos dignatarios del ejercito le encomienden remontar el río para eliminar al Coronel Kurtz, un prometedor militar que ha “enloquecido” e instauró un reino de horror en el corazón de la selva camboyana.
Ambos relatos comparten una misma matriz mítica y una misma tradición literaria en dónde el héroe debe realizar un viaje iniciático, un descenso a las fauces infernales y que se puede rastrear en relatos y obras literarias como el mito de Orfeo, el mito del rapto de Perséfone por Hades, el relato de Jonás y la ballena, La Odisea, La Eneida, La Divina comedia, etc.
El descenso a los infiernos, es una figura analógica del viaje interior que debe realizar el neófito [7]. El héroe, a través de su derrotero, transcribe en el espacio la busca de su propia identidad. Realizar el descenso es abismarse en la oscuridad interior, en el caos originario previo al momento creador. Tras una serie de pruebas el héroe debe llegar al umbral que separa lo conocido de lo desconocido, la luz de la oscuridad, el día de la noche. Este viaje está plagado de peligros que pueden provocar la locura o la muerte del neófito. Una vez llegado a destino y después de haber descifrado el misterio que guarda ese lugar, es iluminado y transformado en otro (neófito/planta nueva), es decir, el héroe debe morir para volver a nacer [8] y su última tarea es la del regreso.
En los dos relatos, nuestros agonistas tienen que navegar río arriba en busca de un misterioso Kurtz. El río es una figura arquetípica emblemática que tiene una simbólica muy rica. “El remonte (del río) es evidentemente el retorno al divino manantial, al Principio” [9]. Navegar el río contracorriente es como seguir el rastro de la fuente que dio origen a la vida. “Remontar aquel río era como volver a los inicios de la creación…” (Marlow)
Cuando Willard es llevado por primera vez a la habitación de Kurtz en el palacio/templo en ruinas, nos relata: “Era el fin del río. No cabía duda.” Willard había llegado al fin del río, al fin de su camino, más allá no hay nada. Frente a él solo estaba Kurtz y las tinieblas.
En “Apocalipsis Now” y en “El Corazón de las Tinieblas”, Kurtz es presentado como una voz misteriosa y atrayente. Marlow dice: “El hombre se presentaba ante mí como una voz.” Y cuando a Willard le encomiendan la misión de matar al Coronel Kurtz le hacen escuchar la voz de éste por un reproductor de cinta abierta y luego dirá: “Había oído su voz en la cinta y de verdad me atrapó.”. Cuando Marlow hace referencia a la voz de Kurtz, habla de su capacidad de oratoria: “Lo importante era que se trataba de una criatura de grandes dotes, y que entre ella, la que destacaba, la que daba la sensación de una presencia real, era su capacidad para hablar, sus palabras, sus dotes oratorias, su poder para hechizar, de iluminar, de exaltar, su palpitante corriente de luz, o aquel falso fluir que surgía del corazón de unas tinieblas impenetrables.” Y más adelante cuando Marlow, ya en los dominios de Kurtz, tiene un encuentro con el ruso [10] y le pregunta si él habla con el Sr. Kurtz, el ruso le responde: “Con ese hombre no se habla, se le escucha” y más adelante: (Kurtz) “¡Ha ampliado mi mente!”. Y en “Apocalipsis Now” hay una línea de dialogo muy similar, cuando Willard se encuentra con El Reportero gráfico, que tiene rasgos muy comunes con el personaje del ruso, y le pregunta si él (Willard) puede hablar con el Coronel Kurtz, El Reportero gráfico le responde: “…al Coronel no se le habla… se le escucha. El me ha abierto la mente” Marlow y Willard van en busca de una voz. La voz es el soporte de la Palabra [11], y la Palabra en un sinnúmero de tradiciones [12] está en el origen de las cosas y tiene el poder de la creación, de la iluminación y de la sabiduría. El viaje que emprenden Marlow y Willard es en busca de esa voz, de esa Palabra que es custodiada por Kurtz, como una figura paterna atrayente y repulsiva a la vez. Guardián de un misterio primigenio que tiene que ser desvelado por el neófito.
Apocalipsis viene del griego άποκάλυψις (apokálypsis) que significa revelación. “Revelación ahora” podríamos traducir el nombre de la película, revelación que le es concedida a Willard, haciéndose poseedor del secreto de Kurtz. Éste le pide a Willard: “Me preocupa que mi hijo no entienda lo que he intentado ser. Y si me mataran, Willard querría que alguien fuera a mi hogar y se lo contara todo a mi hijo. Todo lo que hice, todo lo que tú viste. Porque no hay nada que deteste más que la peste de las mentiras. Y si me entiendes, Willard harás esto por mí.” Luego de sacrificarlo, Willard toma los escritos del Coronel y emprende el regreso convirtiéndose en guardián de su memoria. En “El Corazón de las Tinieblas” Marlow también se instituye como guardián de la memoria de Kurtz: “Una mañana me dio un paquete de papeles y una fotografía. Todo estaba atado con un cordón de zapatos. ´Guárdeme esto´, me pidió.” Y también dice: “… me tocaría a mi conservar su memoria (…) Todo lo que había pertenecido a Kurtz había pasado por mis manos: su alma, su cuerpo, su estación, sus proyectos, su marfil, su carrera.”
En “Apocalipsis Now” concluido el sacrificio ritual de Kurtz, todos se arrodillan en contemplación silenciosa ante un Willard renacido rindiéndole adoración al salir del palacio/templo, y sin tentarse por tal demostración de sumisión abandona la posibilidad de ocupar el trono vacante de Kurtz emprendiendo el regreso. Antes de conocer a Kurtz, Willard no tenía un lugar a dónde volver y habitaba una suerte de vacío de sentido, al ser iniciado en los misterios de Kurtz experimenta la muerte y regeneración de su psiquis encontrando un sentido nuevo [13]. Y ahora debe completar su misión: comunicar la experiencia de Kurtz inextricablemente unida a la suya, al hijo de éste, tal fue el pedido del Coronel [14].
En “El Corazón de las Tinieblas”, Marlow reflexiona sobre la muerte de Kurtz junto a sus camaradas: “Cierto que él había dado el último paso, había traspuesto el borde, mientras que a mí me había sido permitido volver sobre mis pasos.” Marlow vuelve sobre sus pasos y regresa al mundo ordinario, y un tiempo más tarde les comunica su aventura a un grupo de compañeros. Cuando el héroe ha triunfado debe emprender el regreso para comunicar su experiencia, el héroe tradicional es héroe para su comunidad, no para sí mismo [15]. Eso es lo que hace Marlow al contar su experiencia. Y si tenemos en cuenta que Conrad lo ubica en posición de Buda y apoyado en el mástil de babor, podemos inferir que Marlow habla desde un lugar de sabiduría: “…parecía un Buda predicando.”, nos dice el primer narrador. El mástil [16] que se eleva hacia el cielo es el axis mundi, el eje vertical que conecta este mundo con la sabiduría divina, estado en el que se encuentra Marlow después de haber sido “iluminado” por la experiencia de haber conocido a Kurtz.
Una diferencia radical entre ambos relatos es que en “Apocalipsis Now” Willard mata “ritualmente” a Kurtz, hecho que no sucede en “El Corazón de las Tinieblas”. Cuando hablamos de muerte ritual decimos que la acción que realiza Willard no es un asesinato, sino la liberación del alma de Kurtz por mediación del rito. El alma de Kurtz agoniza, sus ojos conocieron el horror y todo lo que lo rodea quiere su muerte. Kurtz clama por su muerte y quiere morir como un guerrero, de pie. Y necesita que Willard sea su salvador y éste comprende el sufrimiento de Kurtz y el lugar que le toca ocupar en esta tragedia: “Todo el mundo quería que lo hiciera. Sobre todo él. Sentía que él estaba allí esperando a que yo le aliviara el dolor. Sólo quería morir como un soldado. De pie. No como un pobre renegado y destrozado. Hasta la jungla lo quería muerto y sólo de ella recibía órdenes…” La misión que le encomendó el General Corman era eliminar, matar al rebelde y “demente” Coronel Kurtz, misión a la que Willard no le encuentra verdadero sentido pero que había aceptado porque era lo que se esperaba que hiciera. Las acusaciones de asesinato que pesan sobre Kurtz le parecen ridículas “… acusar a este hombre (Kurtz) de asesinato es como dar multas de alta velocidad en el Indy 500.” Al confrontar a Kurtz cara a cara su visión de la realidad da un vuelco de 360º, y aunque tenga que realizar el mismo acto que le encomendaron los generales norteamericanos, Willard le encuentra un sentido que antes no tenía, enmarcándolo dentro de la sacralidad del rito. Esta “traición” de Coppola al argumento de la novela de Conrad está inspirada en el mito de la diosa Diana del bosque, relatado en un texto de antropología: “La rama Dorada” de James G. Frazer.
5. LA INTERTEXTUALIDAD
Antes de ser sacrificado, Kurtz recita las dos primeras estrofas de “Los Hombre Huecos” de T. S. Eliot [17], poema que lleva el siguiente epígrafe: “Mistah Kurtz-he dead” [18], citando así “El Corazón de las Tinieblas”. El poema de Eliot está inspirado en la novela de Conrad y es un canto desesperanzado por la pérdida de sentido del hombre moderno. Los hombres huecos son hombres desencantados que perdieron su humanidad y habitan en una tierra arrasada, rellenos de paja están vacios de significado como Willard antes de realizar su “viaje”.
Luego del recitado del Coronel Kurtz, Willard observa los objetos que éste posee. Su mirada recorre unas medallas militares, las fotos de su hijo y de su mujer y sobre una mesa, una serie de libros: La Biblia, un libro de Johann W. Von Goethe: posiblemente “Fausto”, un libro de Jessie L. Weston “Del ritual al romance” y por fin “La Rama Dorada” de James G. Frazer. Eliot escribió su “Tierra baldía” inspirado en estos dos últimos libros [19].
En líneas generales el libro de Weston versa sobre la leyenda del Santo Grial y la obra de Frazer, “La Rama Dorada” sobre el rito de sucesión sacerdotal de la diosa Diana del bosque de Nemi, mito en cual está inspirada la muerte ritual de Kurtz en las manos de Willard.
“En la Antigüedad este paisaje selvático fue el escenario de una tragedia extraña y repetida. En la orilla norteña del lago, inmediatamente debajo del precipicio sobre el que cuelga el moderno villorrio de Nemi, estaba situado el bosquecillo sagrado y el santuario de Diana Nemorensis o Diana del Bosque. (…) Alrededor de cierto árbol de este bosque sagrado rondaba una figura siniestra todo el día y probablemente hasta altas horas de la noche: en la mano blandía una espada desnuda y vigilaba cautelosamente en torno, cual si esperase a cada instante ser atacado por un enemigo. El vigilante era sacerdote y homicida a la vez; tarde o temprano habría de llegar quien le matara, para reemplazarle en el puesto sacerdotal. Tal era la regla del santuario: el puesto sólo podía ocuparse matando al sacerdote y substituyéndole en su lugar hasta ser a su vez muerto por otro más fuerte o más hábil. El oficio mantenido de este modo tan precario le confería el título de rey…” “La Rama Dorada” J. G. Frazer
6. LA TRANSMUTACIÓN DE LOS PERSONAJES
Coppola junto con Milius al adaptar la novela realizan una especie de trabajo alquímico en dónde transmutan los personajes de “El Corazón de las Tinieblas” en nuevos personajes que circulan a lo largo de “Apocalipsis Now”. En “Apocalipsis Now”, Kurtz es el único personaje que conserva el mismo nombre de la novela de Conrad, y Coppola le agrega el epónimo Walter [20]. Ambos Kurtz, en contextos diferentes y antes de atravesar el corazón de las tinieblas, eran prominentes hombres capaces de realizar todo aquello que se propusieran. El Kurtz de la novela era pintor, periodista, político, músico y eximio orador, “Se había tratado de un genio universal.”, dice de él uno de los personajes [21] El Coronel Kurtz era un militar con un futuro promisorio, cuando Willard revisa los papeles clasificados reflexiona: “Como me dijeron tenía una carrera impresionante. Quizás demasiado impresionante. Quiero decir perfecta. Lo estaban preparando para uno de los altos puestos en la corporación. General, Presidente lo que fuera.” y El Reportero gráfico lo define como: “…un poeta guerrero en el sentido clásico.” Cultos y sensibles eran exponentes de lo mejor de su generación, de lo mejor de sus mundos. Personajes que sin hipocresías se propusieron llevar hasta las últimas consecuencias el paradigma de sus respectivos mundos dándose de bruces contra el error axiomático que los sustenta y así, bordeando sus propios límites se convierten en semidioses, adorados y odiados; llevando al paroxismo la tragedia humana: dioses autoconscientes que tienen que probar el sabor amargo de la muerte. El primero por la fatalidad y el segundo por el cumplimiento de un destino trágico.  
Willard es un militar perteneciente a las Fuerzas Especiales y Coppola, desdobla el aspecto marino de Marlow en el personaje de Chief Phillips. Este personaje muere atravesado por una lanza de la misma manera que el maquinista en “El Corazón de la Tinieblas”. La diferencia reside en que Chief Phillips asumió aspectos de Marlow y su relación con Willard es más compleja. Chief recela del hermetismo de Willard intuyendo que nada bueno puede venir de aquel hombre y de la misión que tiene que realizar, por eso cuando es atravesado por la lanza en un último gesto desesperado intenta atravesarlo para que muera junto con él.  
Ya habíamos hablado de la relación que hay entre El Ruso y El Reportero gráfico. Ambos tienen rasgos que los asimilan a bufones [22] del rey, poseedores de un saber residual y que cumplen de alguna manera la función de oráculos [23] degradados [24].  
El Teniente Coronel Kilgore se conduce como si la guerra no lo afectara. Obsesionado con surfear, las bombas explotan a su lado sin siquiera inmutarse. Luego de la batalla, junto a sus muchachos, realizan una parrillada nocturna en la playa como si nunca hubieran dejado E.E.U.U. Kilgore conserva rasgos de El Contable de la compañía, un personaje que está siempre atildado como si nunca hubiera abandonado su hogar europeo. [25]  
En Cheef, Lance y Clean [26] se resume la falta de adaptación al ambiente africano de los peregrinos que acompañan a Marlow en su viaje a la estación interior donde mora Kurtz.  
Cheef baja del barco para buscar mangos en la jungla junto con Willard y son sorprendidos por un tigre que los hace volver aterrorizados al barco. Este episodio tiene su correlato en “El Corazón de la Tinieblas”, cuando un hipopótamo asola los terrenos de la estación [27].  
Un grupo de aviones descarga el mortífero napalm sobre la verde espesura, donde supuestamente se oculta el Vietcong, provocando un incendio de características desproporcionadas. Este ataque excesivo es similar al ataque indiscriminado que realiza el capitán de un barco francés desde la orilla contra la selva en “El Corazón de la Tinieblas” [28]  
Un elemento importante que aparece en “Apocalipsis Now” es el Puente Do Long[29]. Este puente marca geográficamente la frontera entre Vietnam y Camboya, y metafóricamente se presenta como el límite de lo conocido. Los soldados que defienden esa frontera están desquiciados, resaltando la idea de que se llegó al límite de la cordura y sostenida por la ausencia de una autoridad militar en las barricadas[30]. Una vez atravesado el Puente Do Long se ingresa en lo desconocido, en la oscuridad del corazón.
    7. RESUMEN / CONCLUSIONES
    • a. Coppola y Milius toman la novela de Conrad y realizan una adaptación libre extrapolando la línea argumental de “El Corazón de las Tinieblas” a la guerra de Vietnam en el año 1969. “Apocalipsis Now” comparte con la novela la idea del viaje iniciático, en dónde el héroe debe realizar un trabajo que es imagen del recorrido interior que lo llevará a la muerte y a la regeneración simbólica de su ser, adquiriendo una vivencia y un saber trascendente. Una vez en posesión de ese saber el héroe debe emprender el regreso para comunicar su experiencia.
    • b. Novela y película abrevan en la fuente de una misma tradición literaria: El mito de Orfeo, el mito del rapto de Perséfone por Hades, el relato de Jonás y la ballena, La Odisea, La Eneida, La Divina Comedia, etc.
    • c. Muchos de los temas, motivos, personajes y situaciones que están en “Apocalipsis Now” provienen de “El Corazón de las Tinieblas”. El trabajo de Coppola y Milius fue desmontar la novela de Conrad y darle una nueva carga de sentido situando la historia en un nuevo marco espacio temporal.
    • d. “Apocalipsis Now” se separa de la novela cuando Willard sacrifica ritualmente al Coronel Kurtz, acción que Marlow no realiza. Dicha muerte ritual está inspirada en “La Rama Dorada” de J. G. Frazer. Libro que aparece entre las pertenencias de Kurtz.
    • e. Coppola en “Apocalipsis Now” realiza un dialogo intertextual, fundamentalmente entre su película y la novela de Conrad, pero también incluye otros textos al dialogo, como el poema de Eliot “Los hombre huecos” inspirada también en “El Corazón de las Tinieblas”, “La rama Dorada” de Frazer que le sirvió como base a Coppola para realizar la muerte ritual de Kurtz en manos de Willard y que a su vez inspiró, junto con el libro de J. L. Weston “Del ritual al romance” a Eliot a escribir su “Tierra baldía”.
    8. BIBLIOGRAFÍA
    • “El Corazón de las Tinieblas” (”Heart of Darkness”), de Josepf Conrad. Traducción de Javier I. Barraza. Ed. Nuevos Tiempos.
    • La Biblia de Jerusalem”, Ed. Desclée De Brouwer
    • “Ascenso y descenso por la belleza”, de Leopoldo Marechal. Ed. Vórtice
    • “Diccionario de Símbolos”, de Jean Chevalier – Alain Gheerbrant. Traducción: Manuel Silvar, Arturo Rodríguez, J.Olives Puig. Ed. Herder
    • La Rama Dorada” (The Golden Bough), de James G. Frazer. Traducción de Elizabeth Y Tadeo I. Campuzano. Ed. Fondo de Cultura Económica
    • “Los hombres huecos” (The Hollow men), Traducción de Jaime Augusto Shelley.
    9.  FICHA TÉCNICA
    “Apocalipsis Now Redux”
    Dirección: Francis Ford Coppola
    Adaptación libre de la novela “El Corazón de las Tinieblas” de Joseph Conrad
    Guión: John Milius y Francis Ford Coppola
    Producción: Francis Ford Coppola
    Música original: Francis F. Coppola y Carmine Coppola
    Fotografía: Vittorio Storaro
    Montaje: Walter Murch, Lisa Fruchtman y Gerald B. Greenberg
    Dirección de arte: Ángelo P. Graham
    Casting: Marlon Brando, Martin Sheen, Robert Duvall, Frederic Forrest, Sam Bottoms, Laurence Fishburn, Albert Hall, Harrison Ford, Dennis Hopper, Scott Glenn.
    NOTAS:


    [1] “Llevo una semana acá, esperando una misión… suavizándome.” (Willard, en la habitación de hotel en Saigón).
    [2] “…comencé a fatigarme de tanto descanso.” (Marlow en “El Corazón de las tinieblas”)
    [3] El tema de la inactividad del héroe antes de iniciar su derrotero es muy trabajado en el cine. Por ejemplo: En “Vértigo” y en “La ventana indiscreta”, tanto Scottie como Jeff están sin hacer nada, y es ese síntoma de pereza que provoca que nuestros héroes sean iniciados en la acción.
    [4] El positivismo entrañaba la fantasía de que el estadio al que había llegado el hombre europeo en el siglo XIX era el de la adultez de la humanidad, y todos aquellos pueblos que no participaban de su cultura se habían estancado en un estadio inferior. Este etnocentrismo dio rienda suelta a la colonización de pueblos considerados “primitivos” y África se llevo la peor parte en este proceso “civilizador” emprendido por las potencias europeas. La colonización del Congo por parte de la corona Belga dejó un saldo de ocho millones de nativos muertos y derrumbó el supuesto altruismo de Europa para con los pueblos “salvajes” y junto con este supuesto también cae, haciendo un ruido estrepitoso, el postulado de la superioridad del hombre europeo.
    [5] Entre 1899, año en que Conrad escribió su novela y 1969, año de la diégesis de “Apocalipsis Now”, el mundo de Willard (y el nuestro) se vio conmovido por la instalación del comunismo como posibilidad de gobierno, dos guerras mundiales, el holocausto, la bomba atómica y las armas de destrucción masiva, la guerra fría y particularmente en EEUU algunos fenómenos que tuvieron incidencia mundial: la contracultura beat, el asesinato del presidente Kennedy, el flower power, la masificación del uso de drogas y la experimentación con drogas sintéticas.
    [6] El mundo de Hubert de Marais y los suyos es el mismo mundo que describe la novela de Conrad. Solo hay que permutar algunos elementos: Vietnam por el Congo, el caucho por el marfil y los franceses por los belgas. En la escena en la que los franceses preparan una cena de recibimiento a Willard se ve en algunos planos en profundidad de campo un enorme colmillo de elefante, indicando la relación entre esos dos mundos. Cuando Hubert De Marais se presenta ante Willard: “Esta es la plantación de mi familia. Ha sido segura durante setenta años y seguirá siéndolo hasta que estemos todos muertos.” Setenta años es el tiempo que media entre la novela de Conrad y la diégesis de “Apocalipsis Now” (de 1899 a 1969)
    [7] Neófito: neo (nuevo) fito (planta) Nueva planta. La idea que nos da la palabra neófito es la de descenso a los abismos, al reino de Hades (la semilla que es enterrada en la tierra) y la de regeneración a través de la ascensión al mundo de la luz (la nueva planta que emerge de la tierra en busca de la luz del sol). Uno de los mitos que figura esta idea es el mito del rapto de Perséfone por Hades.
    [8] “Iniciación. Sentido de teleutai: hacer morir. Iniciar es en cierto modo hacer morir, provocar la muerte. Pero la muerte se considera como una salida, o como traspasar una puerta que da acceso a otra parte. A la salida sucede la entrada. El iniciado pasa la cortina de fuego que separa lo profano de lo sagrado; pasa de un mundo a otro y sufre por este hecho una transformación; cambia de nivel, se torna diferente (…) El neófito parece operar un proceso de regresión, su nuevo nacimiento se compara a un retorno al estado fetal en el vientre de la madre. Ciertamente penetra en la noche, pero la noche… es de modo más amplio la noche cósmica.” (Diccionario de Símbolos. J. Chevalier y otros, Ed. Herder.)
    [9] “Diccionario de Símbolos.” J. Chevalier y otros, Ed. Herder.
    [10] Un joven devoto de Kurtz que Marlow describe vestido como un arlequín.
    [11] “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,  y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.”  (San Juan, 1, 1-5)
    [12] “La noción de palabra fecundante, de “verbo” portador del germen de la creación y situado al alba de ésta, como la primera manifestación divina, antes que nada haya tomado forma, se encuentra en las concepciones cosmogónicas de bastantes pueblos.” (Diccionario de Símbolos. J. Chevalier y otros, Ed. Herder)
    [13] Es interesante como Coppola nos muestra el proceso de transformación que sufre Willard. Bajo una torrencial lluvia los nativos lo acorralan y lo ponen cabeza abajo revolcándolo en el barro. La postura cabeza abajo es un cambio radical de punto de vista y el barro es símbolo de la materia primordial de dónde el hombre fue sacado, Willard debe volver al origen, al lodo primigenio, para confundirse con él y luego reconstituirse. Antes del sacrificio de Kurtz, Willard se arroja al agua y para después emerger de ella, de alguna manera transfigurado: su rostro está pintado, entendemos que de manera ritual. “La inmersión en las aguas es regeneradora, opera un renacimiento, en el sentido que es a la vez muerte y vida. El agua borra la historia pues restablece al ser en un nuevo estado.” (Diccionario de Símbolos)
    [14] Willard relata antes de emprender su misión: “No fue coincidencia que me tocara cuidar la memoria de Walter E. Kurtz (…) No hay forma de contar su historia sin contar la mía propia y si su historia es en realidad una confesión la mía también lo es”
    [15] La imagen de un héroe solitario es una idea moderna. Idea abonada por la pérdida de cohesión entre las funciones que estructuran una comunidad. George Dumezil observa que las comunidades indoeuropeas estaban constituidas por tres funciones, la primera: la soberanía, lo sagrado, la inteligencia; la segunda: la fuerza, y particularmente la de los guerreros; la tercera: la abundancia, tanto aquella producida por el trabajo agrícola como la representada por la colectividad. En cine, un ejemplo claro de esta desarticulación en las funciones tradicionales de una comunidad es Taxi Driver (Martín Scorsese). Travis Bickle, una suerte de imagen especular del Willard de “Apocalipsis Now”, es un héroe de Vietnam que, luego de la guerra, regresó a casa (New York) abandonado a su suerte y olvidado por la comunidad (por las otras funciones: la detentadora del poder y la colectividad, siguiendo a Dumezil). El saber que conquistó o pudo haber conquistado Travis en su “viaje” a la guerra, es un saber desechado que a nadie le interesa, un saber que le quema las entrañas hasta la locura. Toda esta teoría sobre el héroe en el cine está desarrollada por Ángel Faretta en infinidad de escritos pero muy especialmente en el ensayo “Signo y Oráculo” escrito en la revista Medios y Comunicación.
    [16] La nave desde los comienzos de los tiempos cristianos fue asociada a la Iglesia y el mástil fue asimilado a la cruz de Cristo. Nuestro gran Leopoldo Marechal nos ilumina uniendo la tradición griega (La Odisea) a la tradición cristiana (Los Evangelios): “Y el héroe, encadenado al mástil, oye la voz de las sirenas y en su canción temible se alecciona; más no desciende a ellas, porque está sujeto de pies y manos, ni abandona el rumbo de la dulce patria, porque la virtud del mástil lo protege. Pero la verdad fue revelada a los pequeñitos; y es el verbo humanado que nos la reveló no lo hizo sin dejarnos el mástil de la fortaleza, el mástil de dos brazos en cruz a que se dio Él mismo para enseñarnos la verdadera posición del navegante, y que abarca toda vía y ascenso, en la horizontal de la amplitud y en la vertical de la exaltación. Laus Deo et Agno.” “Descenso y ascenso del alma por la belleza”, Editorial Vórtice.
    [17] “Somos los hombres huecos / Los hombres rellenos de aserrín / Que se apoyan unos contra otros / Con cabezas embutidas de paja. ¡Sea! / Ásperas nuestras voces, cuando / Susurramos juntos / Quedas, sin sentido / Como viento sobre hierba seca / O el trotar de ratas sobre vidrios rotos / En los sótanos secos / Contornos sin forma, sombras sin color, / Paralizada fuerza, ademán inmóvil… (Fragmento de “Los hombres huecos”, de T.S. Eliot. Traducción de Jaime Augusto Shelley) Hasta aquí llega el recitado de Kurtz interrumpido por El Reportero gráfico, a quien aquel le arroja el libro y es el reportero quien dice, a su manera, la última línea de “Los Hombres Huecos”: “Así es como se acaba el puto mundo (…) No será un bang, será un gemido…  ”
    [18] “De pronto el muchacho del director introdujo su insolente cabeza negra por la puerta y dijo en un tono de maligno desprecio: ´Señor Kurtz… él muerto.´” (Marlow)
    [19] “No sólo el título, sino también el diseño y gran parte de los símbolos particulares de este poema (”The Waste Land”) han sido sugeridos por el volumen de la señorita Jessie L. Weston sobre la leyenda del Grial, From Ritual to Romance… Tengo también una deuda de carácter general con otra obra de antropología que ha ejercido una gran influencia sobre nuestra generación: Se trata de The Golden Bough de Frazer…”. (T. S. Eliot)
    [20] El nombre WALTER es de origen nórdico: Valdr – Thor. Thor es el dios escandinavo del trueno y de la guerra, hijo de Odín, portaba un martillo como arma. La significación etimológica del nombre Thor es Trueno, fuerza, guerra. Y la raíz Valdr significa regla. Concluyendo, puede entenderse al nombre Walter como Vald-Thor, la regla de la guerra.
    [21] “El Corazón de las Tinieblas”, relato de Marlow sobre los dichos de un primo de Kurtz.
    [22] El ruso es descripto por Marlow como un arlequín y El Reportero gráfico tiene colgadas al cuello una gran cantidad de cámaras fotográficas y collares haciéndolo ver como un bufón al estilo medieval.
    [23] Es a ellos a quienes se dirigen, tanto Marlow como Willard para saber de Kurtz. En “Apocalipsis Now” El Reportero gráfico le dice a Willard: “Le gustas mucho. Pero tiene algo preparado para ti… (Kurtz) tiene la mente clara pero el alma insana. Se está muriendo creo (…) Tú lo vas a ayudar a él. Lo vas a ayudar. ¿Qué van a decir cuando ya no esté? Porque el morirá cuando esto muera, amigo (…) ¿Qué dirán de él? ¿Qué era un hombre bueno, sabio? ¿Qué tenía planes, sabiduría? ¡Mentira, chico! ¿Voy a ser yo el que los desmienta? Mírame. ¡No! Serás tú.
    [24] “‘El Fotógrafo’ es un oráculo residual, un bufón del monarca, un necio, en quien, tradicionalmente, el rey deposita un saber parcial, “paródico”, pero saber al fin: de allí proviene: “En la boca de los necios se escuchan las verdades”. Ángel Faretta, ensayo: Signo y Oráculo”, revista Medios y Comunicación nº 19.
    [25] “Su aspecto era indudablemente el de un maniquí de peluquería, pero en la inmensa desmoralización de aquellos territorios, conseguía mantener esa apariencia. Eso era firmeza.” (Marlow sobre El Contable de la compañía)
    [26] Estos personajes que comparten el bote junto a Chief Phillips y Willard son de alguna manera aspectos de la personalidad de éste último. Luego de atravesar el puente Do Long, Clean muere bajo las balas de un enemigo oculto en la selva mientras escuchaba en un reproductor de audio una cinta con un mensaje de su madre. El cuerpo de Clean yace en la cubierta del bote y el mensaje de su madre continúa escuchándose, resaltando el amor que tiene toda su familia por él y proyectando un futuro con Clean en su hogar, hacia el final le dice: “La abuela y papa quieren juntar dinero para comprarte un auto.” Willard, antes del ataque también había recibido  correo con información clasificada en relación a su misión. Sus superiores le alertaban que el oficial que enviaron antes que Willard, el teniente R. Colby se había pasado a las filas del Coronel Kurtz. Entre el correo había una carta manuscrita que Colby le envió a su esposa: “Vende la casa, vende el auto, vende los niños. Olvídalo, jamás volveré” En esta escena se produce una colisión entre lo que escribe Colby y el mensaje de la madre de Clean. El aspecto que Clean representa y que Willard debe abandonar antes de llegar a Kurtz es el apego a lo material y a las personas. Willard decía: “…cuando estaba aquí quería estar allá. Cuando estaba allá sólo pensaba en volver a la jungla.” Este sentimiento de ambivalencia que tiene Willard debe resolverse y la muerte de Clean, metafóricamente, es la muerte de ese aspecto que Willard debe dejar atrás, del otro lado del puente Do Long. Cheef es el aspecto racional/material, obsesionado por la comida y el sexo no puede ver más allá de sus narices, cuando intenta explicar-se lo que sucede en el reino de Kurtz comparte la misma visión de aquellos que enviaron a Willard a asesinar al Coronel, que éste está loco. Su muerte es reflejo de su estado interior: le cortan la cabeza y se la reducen, y Kurtz la arroja a los pies de Willard. Lance vive la transformación junto con Willard, con quien cruza el puente Do Long a pie. Poco antes de llegar a los dominios de Kurtz, Lance ya no pronuncia palabra y a partir de ese momento todas sus expresiones tienen un carácter ritual. Lance es el que despide “ritualmente” el cadáver de Chief Phillips sumergiéndolo en las aguas y es el que prepara el cebú para el sacrifico que van a realizar los nativos montagnard, súbditos de Kurtz. Antes del ritual se lo ve a Lance jugar con un grupo de chicos y de alguna manera cumple el mandato bíblico: “… si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.” (Mateo 18, 3). Clean y Cheef son el aspecto material / sentimental / racional que Willard debe abandonar para poder continuar su viaje y Lance, con su transformación infantil, es el aspecto religioso-sagrado que Willard debe incorporar, es por eso que éste no lo abandona en los dominios de Kurtz y lo toma de la mano para emprender juntos el regreso. Es igualmente llamativa la similitud entre el nombre Lance y Lanzarote (o Lancelot) personaje de las sagas artúricas. Lance cruza junto a Willard el Puente Do Long y Lanzarote atraviesa un puente-sable.
    [27] “Ese animal (el hipopótamo) tiene una vida encantada, y eso solo se puede decir de las bestias de este país” (El Agente de primera categoría a Marlow)
    [28] “En una ocasión, me acuerdo muy bien, nos acercamos a un barco de guerra anclado en la costa. No había siquiera una cabaña, y sin embargo disparaban contra los matorrales” (Marlow)
    [29] “El simbolismo del puente, en cuanto permite pasar de una ribera a otra es uno de los más universalmente extendidos. Este es el paso de la tierra al cielo, el del estado humano a los estados suprahumanos, el de la contingencia a la inmortalidad…” (Diccionario de Símbolos)
    [30] Willard le pregunta a un soldado desquiciado que dispara indiscriminadamente hacia la otra orilla del río: “¿Quién es el oficial al mando aquí?” Y el soldado le pregunta: “¿No eres tú?”

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