Jul 13, 2011

La Torre de Babel de Libros -Marta Minujín- 2011

La era Neobarroca

« En que consiste el “neobarroco”, se dice rápidamente.
Consiste en la búsqueda de formas –y en su valorización-
en la que asistimos a la perdida de integridad,
 de la globalidad, de la sistematización ordenada a cambio
 de la inestabilidad, de la polidimensionalidad,
de la mudabilidad. » .

Omar Calabrese












En relación a que este año Buenos Aires fue declarada capital mundial del libro, Marta Minujín asumió el proyecto: “La Torre de Babel de los libros”. Como es habitual su obra generó una resignificación del libro, en consonancia a la desintegración del mismo en la era digital. En su momento “El Partenón de libros” fue una exaltación de la democracia, hoy su obra se edifica en la búsqueda de unidad en el posmodernismo fragmentado. 


La obra consta de una estructura helicoidal (forma de hélice). Al decidir erguir su torre bajo esta forma, se hace del ADN en su discurso, ya que el mismo se estructura en cadenas helicoidales. Esta coincidencia es leída como una búsqueda genética de identidad. Al superponer la estructura con el contenido de la obra que remite al mito de Babel, se inicia un camino hacia una unidad.

La diversidad lingüística proclamada como castigo del dios ante la soberbia humana de construir una torre tan alta que comunicara la tierra con el cielo, aquí se ve como una confluencia de culturas que se unen a través de la imagen del libro. Libro como memoria, huella de las sociedades, materia del recuerdo que ellos preservan.

En la era digital esta torre materializa la virtualidad en la que nos vemos inmersos cada día. Esa cadena de libros vuelve tangible la infinitud propia del Internet. La obra muestra la conexión entre diversas culturas y pensamientos, tomando al libro como nexo conector de la humanidad. Lo efímero de lo digital, la desmaterialización, aquí cobran vida propia. Y no sólo el soporte es puesto en tensión, sino su esencia. La espiral que conecta esos libros hacia un infinito en modo vertical, muestra el quiebre de la linealidad, para dar comienzo a una lectura fragmentaria, multidimencional. Las ideas no se suceden de modo sintagmático sino que se conectan paradigmáticamente.

Por último el hecho de que la obra sea participativa, genera una búsqueda colectiva hacia la cultura, de la que todos somos parte y a la que todos debemos experimentar de modo democrático. El libro nos es propio, el arte es espejo de una solidificación del alma en constante movimiento.


Jennifer Nicole Feinbraun


2 comments:

  1. me hace acordar, a la torre de Tatlin, es una suerte de pastiche... muy posmo

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