Mar 15, 2012

The Artist (2011) - Michel Hazanavicius

Reseña Crítica
por Jennifer Nicole Feinbraun


Este año la celebración de la academia se vio signada por un sentimiento nostálgico. Las películas galardonadas más allá de sus diferencias tenían como eje temático la nostalgia. Sin más las dos películas favoritas “El artista” y “La invención de Hugo” eran películas que se ceñían a la idea de un cine del pasado, memorioso, necesario de rescatar. Martin Scorsese, apelaba a las nuevas tecnologías del 3D para dar vida al inventor del cine George Meliés y a su fábrica de sueños mágicos; Michel Hazanavicius, recurría a la reminiscencia de las técnicas y del lenguaje del cine mudo para escenificar la transición hacia el sonoro del Hollywood de fines de los años 20. Dos películas que asumían momentos fundacionales en la historia del cine, que implicaban un antes y un después, un cambio significativo para el lenguaje. La pregunta es con qué sentido o por qué motivo se retoma la génesis del cine.

El artista propone una reflexión sobre el lenguaje y las innovaciones tecnológicas dentro de la evolución cinematográfica. Reflexión y no un mero homenaje ya que no constituye una copia estricta de la experiencia sino que propone un acercamiento desde el presente. A través del tratamiento acertado que plantea el director el espectador del siglo XXI experimenta a la inversa lo sucedido a fines de los años 20. El fenómeno de la desaparición del cine mudo con el simultáneo advenimiento del sonoro. Hoy desacostumbrados al cine mudo ingresamos en un universo diferente el cual se debe aprehender desde otro código, como en 1927 "El Cantor de Jazz" proponía a su público un nuevo lenguaje, hoy el artista nos retrotrae a un cine no transitado, pretérito y novedoso a la vez.


Hollywood, 1927, George Valentin es el actor de moda, el favorito de todos los productores y la industria. Peppy es una aspirante a actriz y fanática de George que por casualidad a la salida de una de sus películas logra toparse con el actor y así convertirse en la portada del Variety. La intromisión a través de un supuesto affaire con el galán le permite hacerse de una participación en una de sus películas. El romance es inminente al igual que el declive económico-profesional de George. Se avecinan cambios rotundos en la industria cinematográfica con la aparición del sonoro. George perteneciente a la vieja escuela se rehúsa a la nueva tecnología, quedando en bancarrota tras su obstinado intento de proseguir con el cine mudo. Peppy toma el camino inverso, se adapta al sonoro volviéndose la actriz del momento, pero nunca olvida a George.

Filmada en blanco y negro y en formato 1/1:33 “El artista” es una película muda pero con miras a una lectura actual. Se puede pensar que “El artista” es una película muda porque retrata el momento de transición del cine silente al sonoro, pero eso seria un error, verdaderamente es una película muda porque asume el punto de vista traumatizado de George Valentin que no puede asumir la transición. Si hay algo para destacar es la aseveración a la hora de elegir un punto de vista determinado que justifique el hecho de que se trate de una película muda, volviendo a la película una decisión no sólo estética sino ética.

Michel Hazanavicius observa el cine silente desde la perspectiva de este personaje que vive literalmente dentro del cine, dentro del cine mudo. Es por ello que toda la película se desarrolla como una película muda y una película muda actual. Esto se produce porque hay un doble uso del lenguaje, el lenguaje grandilocuente y sobreactuado de la película dentro de la película, porque ahí estamos viendo una representación, y el lenguaje sutil y actual de la vida diaria de los personajes embestidos por la visión traumatizada de George, que vive atrapado en su mundo insonoro.

El resultado es una película donde confluye el cine de antes con el cine de ahora. Se es fiel a la forma y la estructura de la época dorada, pero sin perder de vista el siglo transcurrido en la historia del cine. La radicalidad de “El artista” es que es una película conciente de su condición y su elección, es una película que se reconoce película muda. El silencio es el motor narrativo para el personaje que conduce el hilo de la narración, no es un elemento técnico sino temático. Al estar tan aferrados a la visión de mundo de George la palabra se vuelve un imposible. Sólo en una pesadilla es que podemos escuchar de modo metafórico como opera el sonido en la mente de George y sólo al final del film cuando el trauma se haya elaborado es que escuchamos el “¡Cut!” del director.

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